Entradas populares

martes, 23 de noviembre de 2010

"DOCTRINA DE SHELLER"

Sheller fue uno de los filósofos más conocidos de su época debido al estudio minucioso acerca del hombre  y su espíritu observándolo desde un punto de vista bastante radical incluso podría decirse muy visceral ya que el mismo se adentraba en su propio estudio.
El habla acerca de los impulsos y los ve como un enfrentamiento o bien como un choque entre el espíritu y los sentimientos dándose de esa manera grandes conflictos por los cuales surge el ser humano, es decir de los cuales parte para su desarrollo y que lo llevan a alcanzar ciertos fines o metas.
A su vez Sheller nos dice que el espíritu es una fuente inmensa de poder donde el hombre toma energía para salir adelante y afrontar los problemas que le presenta la vida continuamente, el espíritu también es para sheller una especie de refugio para el hombre en al cual recurre para reflexionar y encontrar soluciones a sus problemas.
Crítico también la teoría bíblica de la creación debido a que según sheller no podía existir una creación de la nada, sino que más bien la realidad se fue esculpiendo poco a poco.
Es posible que la descripción de Scheler se aplique a esos ascetas de la voluntad que llegan
a la contemplación a través del ascetismo. Pero el ascetismo existencial de muchos grandes filósofos no se ha de entender de suerte que en ellos

El espíritu arrebate a los impulsos la energía vital o se la canalice, sino que en la constitución

Radical de su existencia le ha sido atribuido al pensamiento un alto grado de potencia
concentrada y una soberanía absoluta.
También habla acerca de otras funciones del espíritu y no dice que este es un bien específico del hombre, a diferencia de la inteligencia técnica que el hombre comparte con los animales, sirviéndose del acto de ideación.

Es decir el hombre nace con un espíritu cosa que los animales no tienen a diferencia de la inteligencia que el hombre va adquiriendo atreves del tiempo y que los animales en menor cantidad pueden llegar a adquirir, según sheller el espíritu donde podemos encontrar la conciencia y los sentimientos él lo que nos diferencia del resto de los animales que solo posen un sentido común.

Presenta este ejemplo: un hombre tiene un dolor en el brazo. La inteligencia pregunta cómo ha surgido este dolor y cómo podría ser eliminado, y contesta la pregunta con ayuda de la ciencia. El espíritu toma ese mismo dolor como un ejemplo de la condición esencial de que el mundo se halla impregnado de dolor, interroga por la esencia del dolor mismo y, más arriba todavía, se pregunta cómo debe estar constituido el fundamento de las cosas para que sea posible algo como el “dolor en general”.

Sheller supone que es propiamente el dolor mo, prescindiendo de que yo lo tengo aquí y ahora”. No se prescinde. Precisamente, el dolor que yo tengo ahora, su ser mío, su ser ahora, su ser aquí, su ser así, es decir, la presencia completa de este dolor, es lo que me descubre la esencia del dolor mismo. Al contacto penetrante del espíritu, parece como si el dolor platicara con el espíritu en un lenguaje demoniaco.

El dolor y cualquier suceso real del alma, no es en modo alguno comparable a un
espectáculo sino, más bien, a los misterios antiguos, cuyo sentido no conocía más que el iniciado, el que tomaba parte en la danza. El coloquio demoníaco en que el espíritu platica con el dolor en íntimo contacto, lo vierte aquél al lenguaje de las ideas. Pero esta versión tiene lugar en contraste y distanciamiento del objeto; ya antes ocurrió el acto decisivo del espíritu.

La ideación primaria precede a la ideación que procede por abstracción. Tampoco en el filósofo del pensamiento “contemplativo”, en la medida en que el ser del mundo le ha autorizado a ser su vocero, es lo primero sino lo segundo. Lo primero es el descubrimiento de un ser en comunión con él, y tal descubrimiento es un acto eminentemente espiritual. Toda idea filosófica procede de semejante descubrimiento. Sólo aquel que, sumido en el fondo último del propio dolor, sin prescindir de nada de él, se pone en comunión dentro de su espíritu con el dolor del mundo, será capaz de conocer la esencia del dolor. Pero para que sea capaz de esto es menester una condición previa, a saber, que este hombre haya experimentado ya la hondura del dolor de otro ser realmente, es decir, no con la “compasión”, que no penetra hasta el ser, sino con un amor grande; entonces es cuando se le hace transparente el propio dolor es su fondo último, dentro del dolor del mundo. Sólo la participación en la existencia de los seres vivos descubre el sentido en el fondo del propio ser.

En su primer ensayo antropológico que procede de su período teísta Scheler hace comenzar al verdadero hombre en el “buscador de Dios”. Entre el animal y el homo faber, el que construye herramientas y máquinas, no hay más que una diferencia de grado; entre el horno faber y el hombre que comienza a ir más allá de sí mismo y a buscar a dios, existe una diferencia esencial. En sus últimos ensayos antropológicos, a los que ya no sirve de base el teísmo sino esa idea de un Dios en devenir, en lugar del hombre religioso tenemos al filósofo, Entre el homo faber y el animal, así nos habla ahora, no existe ninguna diferencia esencial, porque tanto la inteligencia como la capacidad de elección se pueden atribuir por igual a ambos. Únicamente mediante el principio del espíritu, superior, en absoluto, a toda inteligencia y fuera, en general, de todo lo que llamamos vida, se asegura el hombre su lugar peculiar en el cosmos. El hombre como ser vital es, “sin género de duda, un callejón sin salida de la naturaleza” pero “como posible ‘ser espiritual’” representa la salida luminosa y magnífica de ese callejón.

El hombre no es, por lo tanto, un ser en reposo,un factum, sino una posible dirección del proceso. Es casi lo mismo que Nietzsche dijo del hombre, sólo que, en lugar de la “voluntad de poderío”, que convertiría al hombre en hombre genuino, tenemos al “espíritu”. Pero, según Scheler, la determinación fundamental de un ser “espiritual” es su desprendibilidad existencial de lo orgánico, de la “vida”, y de todo lo que pertenece a la “vida”. Esto que dice Scheler se aplica en cierta medida, con las esenciales limitaciones que señale antes, al filósofo; pero no al ser espiritual del hombre en general y, sobre todo, no se aplica al espíritu como acontecimiento. En sus trabajos primeros y en los posteriores Scheler traza, respectivamente, dos líneas de demarcación diferentes a través de lo humano, pero ambas son insuficientes e intrínsecamente contradictorias. Si el hombre religioso es algo más que la actualización existencial de todo aquello que vive en todos

Podemos concluir que sheller fue un filosofo que puso gran interés en el desarrollo interno del hombre es decir el cuidado y desarrollo del espíritu creyente de la existencia de un dios mas sin embargo sabedor que este dios no creo por arte de magia al ser humano ni a su entorno sino que el propio hombre fue transformando poco a poco no solo así mismo sino también a todo lo que le rodea.
Fue sin duda un filosofo revolucionario sin el cual no podríamos entiende que es el hombre en su esencia ya que justamente de eso parte de la esencia más pura del hombre y de cómo buscar una respuesta lógica a los problemas del ser humano en base a un análisis interno que cada persona debe realizar por sí mismo.






























Bibliografía:

¿Qué es el homnre?
Autor: martin buber


GILBERTO CONTRERAS JIMENEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario